Como parte de una institución o empresa, requiere necesariamente de manejar y convivir con “personas” o sea; propiamente dicho el “recurso humano”.
Trabajar con las personas es una de las labores más satisfactorias pero a la vez, también más complicadas…
El carácter, la cultura, la personalidad y la educación no son situaciones fáciles de sobrellevar, ni mucho menos de cambiar o modificar.
Esto no pretende nuestro sindicato.
Sin embargo, las diferentes Secretarías deberán de estar dispuestas en todo momento a mediar y respetar el carácter de todos y cada uno de sus integrantes, ante poniendo, el respeto hacia la persona que se acerca para solicitar algún tipo de ayuda. El respeto de ambas partes, es la base para un buen crecimiento y desarrollo de la comunicación fluctuante y eficaz, para el arreglo de situaciones y problemas que se presentan en el día a día…
Cada una de las Secretarías en un gremio sindical, cumple con una función; que sus integrantes obtengan los beneficios que tienen derecho y que se convertirán en beneficio para ellos y sus familias.
Cuando una persona logra tener una estabilidad laboral, en cierto sentido se dice que, tiene su futuro asegurado. En cierto momento esto puede ser verdad sin embargo, hay que recordar que los seres humanos, somos agentes de cambio, de constante aprendizaje y de constante crecimiento personal.
Además, debido a los vertiginosos cambios en la vida política y económica de las grandes economías en el mundo, la inflación y el crecimiento demográfico; no pueden asegurarnos ni garantizarnos esta “estabilidad laboral”…
Debemos hacer conciencia de que los tiempos futuros serán cada vez más difíciles, con expectativas de vida más exigentes para nosotros como trabajadores, y seguir estos nuevos lineamientos, como el capacitarnos constantemente, estar dispuestos a las nuevas formas de trabajo, la sinergia, el conocimiento de las nuevas tecnologías, podrán ponernos a la altura y medida para la permanencia en el trabajo.